Horacio Wimp, un joven psicólogo madrileño que, para su desgracia, no ejerce como tal sino como empleado en el departamento de Recursos Humanos de una empresa privada, refleja en un diario nada común su no menos atípica manera de ver la vida.
Inmerso de continuo en reflexiones, cuanto menos sorprendentes, nos traslada su peculiar forma de entender los asuntos cotidianos a través de sus certeros, además de estridentes, apuntes filosóficos, científicos, políticos, emocionales e incluso deportivos, cada uno de ellos apoyado en una lógica contundente, donde emplea en todo momento un tono divertido para el lector, invitándole a sacar sus propias conclusiones al respecto. Si es que este último puede o se atreve.